La cuarta etapa me había dejado buenas sensaciones. Todos mis problemas estomacales habían desaparecido y las llagas en el trasero estaban muy bien. Cada día me encontraba mejor encima de la bici y la Titan Desert me estaba haciendo disfrutar de una aventura.
Al final llegué sin mayores problemas y, cansancio aparte, me encontraba muy bien. Ya sólo nos quedaba una etapa. Tenía la esperanza de que fuera un paseo triunfal, pero no fue exactamente así. La Titan Desert es muy dura y cualquier etapa hay que superarla.
La etapa tenía dos puntos exigentes, las dunas de Erg Chebbi y el paso Garmin. Las dunas las pasamos a primera hora de la mañana y de esa forma el calor no fue tan desagradable como otros años que las pasaron por la tarde, y no sufrimos tanto. La sensación de estar metido en plena duna me hizo sentir increíblemente bien. Estaba viviendo uno de esos sueños de aventuras que tantas veces había imaginado. En ningún momento sentí cansancio y lo disfrute mucho. El paso Garmin, 27km de navegación con tu GPS sin ninguna baliza, flecha, ni nada que te señalase el recorrido, fue otra de las emociones del día. Lo importante era tener bien metidos los tracks en tu GPS o seguir a algún grupo de corredores de quien te pudieras fiar, con el riesgo de perderte con ellos.
Aunque disfrutaba de lo lindo, el cansancio por las mañanas se notaba en las piernas y en esta etapa sí que había cosas por las que preocuparse. La distancia que teníamos que superar eran unos 113km en una etapa casi circular con 450m de desnivel. Aunque el desnivel era muy poco, la travesía por las dunas, las pistas desérticas y el paso Garmin iban a hacer que la etapa fuese dura.
En la salida se notaban nervios pues no sabíamos lo que nos deparaba el paso Garmin. Las dunas las pasamos con la bici en la mano. Las ruedas se clavaban en la arena y en la mayor parte de las dunas no te podías montar, aunque algún corredor como Milton Ramos las pasó montado. El que es bueno es bueno en todo. Poco a poco el calor se hacía notar y nada más acabar las dunas llegaba el paso Garmin. Se veían grupos sueltos de corredores en diferentes direcciones y no sabías si seguirlos o sólo hacer caso al GPS y navegar hasta el siguiente control a 27km. Al final hicimos un pequeño pelotón en el que todos los corredores coincidimos en el track y pudimos llegar al control de paso. Después pude atajar unos kilómetros volviendo a navegar por una zona en la que el desierto parecía que nos atrapaba. Se puede atajar o recortar kilómetros siempre y cuando pases por los controles de paso. ¡No penséis que hice trampas! Ese día, al que era líder le metieron 5h de penalización por no pasar un control.
Salida de la quinta etapa
Aunque disfrutaba de lo lindo, el cansancio por las mañanas se notaba en las piernas y en esta etapa sí que había cosas por las que preocuparse. La distancia que teníamos que superar eran unos 113km en una etapa casi circular con 450m de desnivel. Aunque el desnivel era muy poco, la travesía por las dunas, las pistas desérticas y el paso Garmin iban a hacer que la etapa fuese dura.
En la salida se notaban nervios pues no sabíamos lo que nos deparaba el paso Garmin. Las dunas las pasamos con la bici en la mano. Las ruedas se clavaban en la arena y en la mayor parte de las dunas no te podías montar, aunque algún corredor como Milton Ramos las pasó montado. El que es bueno es bueno en todo. Poco a poco el calor se hacía notar y nada más acabar las dunas llegaba el paso Garmin. Se veían grupos sueltos de corredores en diferentes direcciones y no sabías si seguirlos o sólo hacer caso al GPS y navegar hasta el siguiente control a 27km. Al final hicimos un pequeño pelotón en el que todos los corredores coincidimos en el track y pudimos llegar al control de paso. Después pude atajar unos kilómetros volviendo a navegar por una zona en la que el desierto parecía que nos atrapaba. Se puede atajar o recortar kilómetros siempre y cuando pases por los controles de paso. ¡No penséis que hice trampas! Ese día, al que era líder le metieron 5h de penalización por no pasar un control.
Cruzando Erg Chebbi
Al final llegué sin mayores problemas y, cansancio aparte, me encontraba muy bien. Ya sólo nos quedaba una etapa. Tenía la esperanza de que fuera un paseo triunfal, pero no fue exactamente así. La Titan Desert es muy dura y cualquier etapa hay que superarla.
¡Cada día que pasa me gusta más esta aventura!
Cuarta etapa de la Titan Desert 2014, de Boudnib a Erg Chebbi
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